Reto Nepal. Escolarización de dos niños y niñas en Nepal.

La FVF sale de la India para poner su proyecto al servicio de la infancia de Nepal y quiero participar activamente porque sé, que si Vicente, Anna y su hijo Moncho, han hecho un milagro que crece día a día en el desierto de Anantapur, también lo podrán hacer en Nepal.

Yo hoy puedo hablar por mi propia experiencia. He tenido el privilegio en octubre de ver por mi misma, que el proyecto que empezó por paliar el hambre, continuó dando esperanza, una vida digna y un futuro a más de tres millones de personas. Hablaría para contar todo lo que he vivido y sentido en estos días y el final siempre será el mismo: la obra que Vicente Ferrer y Anna iniciaron es verdad, está viva y no deja de crecer. 

Pude conocer a Prathyusha en su pueblo, en su casa. La amadriné en 2010 cuando tenía 8 años y ahora tiene 21. Es una mujer feliz que estudia y también ayuda a sus padres en el campo. Su hermano de 19 estudia una ingeniería. Y como no podía ser de otra forma, amadriné a dos niños de su mismo pueblo: Jagadeesh, el niño y Janu Sree, la niña. Seis años ambos. 

Ahora tengo tres trocitos de mi corazón en Anantapur y sé que volveré a ir a verlos más pronto que tarde y como he visto la alegría en sus ojos y la sonrisa en sus labios quiero que los niños de Nepal, también tengan esta oportunidad.

Todo hombre tiene una llama viva que arde en su interior. Éste es el espíritu, el inicio de todas las cosas buenas que puedes hacer en la vida. Vicente Ferrer.